¿Se acaba el turismo y el golf low-cost?
Muy interesante el podcast de Xavier Canalís en Hosteltur sobre el posible final del turismo low-cost. Según afirman vario expertos en él, en verano se prevé una reactivación tímida del turismo nacional, y para otoño los primeros turistas desde Europa. Pero no está tan claro que se vaya a reactivar ese turismo caracterizado por millones de viajes baratos por todo el mundo. El Covid puede haber acabado con el abaratamiento de los vuelos, de los hoteles y de los servicios de todo tipo basados en la masificación. Porque las pérdidas se acumulan cada día que un avión, un hotel, o un restaurante dejan de admitir a un cliente. Pero ¿qué pasará el día en que puedan acogerlos… con su capacidad limitada? El futuro nos depara un sector turístico con menos volumen de viajeros, que será inviable para muchas empresas turísticas y de ocio.
Según datos de la industria de la aviación, el break even está por encima del 70% de ocupación. Si se obliga a respetar una distancia social de dos metros en la cabina, y la ocupación se reduce por debajo del 50%, la única solución para la empresa es subir los precios. Algunos periodistas especializados en turismo argumentan que la demanda va a estar debilitada, y por tanto no va a admitir subidas de precios desorbitadas. Pero esta ecuación sigue condenando a muchas empresas al cierre. Muchos apuntan a la disminución de costes en base a la bajada de precio del petróleo. Pero eso es coyuntural, y dependerá del dinamismo del mercado. Pero los hoteles, los restaurante, y los campos de golf deberán invertir más dinero en prevención. Y esa realidad no tiene un límite coyuntural claro.
Sin embargo algunas empresas y destinos estarán mejor preparados, en especial aquellos que en los últimos años apostaron por la calidad, y no por la cantidad.
Las agencias de viajes siguen confiando en que en la últimas décadas el viaje, como opción de ocio, se ha convertido en un buen de primera necesidad, pero, ¿podemos decir lo mismo del golf, que no consigue recuperar la tendencia alcista de jugadores, y que basaba sus buenos resultados en España en la afluencia de jugadores extranjeros? Un campo de golf que cobraba 35€ y daba salidas cada 8 minutos tendrá difícil extender las salidas a 15 minutos y cobrar 70€ de green fee. Pero quienes ya espaciaban sus salidas a 15 minutos, porque cobraban 200€, seguirán dirigiéndose al mismo segmento de mercado, menos sensible al precio. Probablemente sólo puedan permitirse el aumento de precio aquellos a quienes no les importaba pagar un precio por encima de la media; con ello descartaban los campos que cobraban precios bajos, y a los cuales les costará atraer un segmento que no sea local.
Se retraerá la demanda y forzosamente se retraerá la oferta. Aumentará la competitividad en el sector. Bajar los precios no resolverá el problema de la rentabilidad en un mercado reducido. La única solución, y no será fácil, radicará en mantener el valor. Habrá que ser imaginativo porque no podremos subir los salarios ni, posiblemente, mantener todos los empleos. Se avecina un periodo de supervivencia de los mejores.