La ansiada reapertura… o tal vez no?
La próxima semana podrán abrir al juego (si el Gobierno quiere) la mayoría de los campos de golf en España.
Málaga, Madrid, Cataluña y Levante esperan, con lo ojos muy puestos en la experiencia de Baleares, Canarias y Murcia en sus primeros 7 días de apertura. Especialmente en la parte económica de esa experiencia. Sabemos que los jugadores que salgan al campo lo pasarán muy bien, a pesar de las barreras y limitaciones fruto de los protocolos de seguridad acordados por los campos y aprobados por el Ministerio de Sanidad. Pero para los propietarios y los gerentes no será una anécdota para presumir en Facebook. Esta semana será el comienzo de la remontada… o el principio del final de lo que imaginaron como un buen negocio.
Abrir el campo de golf es un riesgo. Excepto en los campos denominados “de socios”, o abonados, que ya han cobrado el anticipo de las cuotas de mantenimeinto. Pero el resto no espera más ingresos que los que aporten los clientes locales ansiosos por jugar. Es decir, pocos. ¿Y cuál es el problema?¿No acabamos de decir que los jugadores están deseando pasarlo bien? Sin duda. Pero hay una máxima en el turismo y en el golf: “Cuanto más lejos viajas más predisposición al gasto”. Y a día de hoy la situación está clara: prohibido salir de la provincia. Y prohibido que nos visiten turistas extranjeros.
Así que no tendremos jugadores dispuestos a gastar por una experiencia maravillosa, porque tampoco los campos están capacitados para proporcionársela. No habrá vestuarios. No habrá cafetería. No habrá tienda. Ni dispensadores de bebidas. Pero sí habrá colas para entrar a los cuartos de baño. Incluso a los de hombres, por aquello de la distancia social.
Muchos hoteles lo tienen claro: si sólo puedo abrir las habitaciones, pero no todas, y tampoco el restaurante, ni los salones del bar… pero tengo que pagar a los empleados como si diéramos el servicio completo.. ¿Para qué voy a abrir?
En un reciente webinar de la plataforma #ahoraturismo, coordinada por el experto en renevue managemente Chema Herrero, otros cuatro revenue managers reconocían que la principal preocupación en sus análisis, antes de pensar en abrir, es la contención de gastos. Y en segundo lugar, el seguimiento riguroso de las reservas, para controlar la estrategia de precio en el momento en que se active el interés de los clientes.
Este debería ser nuestro enfoque también en los campos de golf. Vigilar cada reserva que entra para valorar su antelación, su procedencia, y el segmento al que pertenece. Tan pronto como se identifiquen reservas “interesantes” hemos de promocionarnos en ese canal, y en otros similares, para estimular y atraer ese inicio de tendencia.
Pero también por otro motivo: porque las referencias del pasado no valen para los próximos meses. Y si queremos que esta experiencia tenga valor comparativo en el futuro, más vale que semos rigurosos en la asignación de cada nueva reserva al segmento y al canal adecuado.
Mientras tanto, a vigilar los costes; que nada puede hacer tanto daño como estar frente a la puerta de toriles sin muleta. Y si no va a ser rentable abrir, entonces tal vez sea mejor esperar.